Muchos se preguntan como corregir la postura y si es posible después de años de acostumbramiento. Si, es posible, pero requiere una gran dedicación y concentración ya que al estar tan acostumbrados es muy fácil volver a la mala postura y ni siquiera nos daremos cuenta de ello. Es preciso estar pendiente en todo momento cuando descubrimos que nos hemos habituado.
Mayormente los problemas se encuentran en una mala posición de la columna vertebral en especial en la zona del cuello. Una buena postura no significa la columna recta y la cabeza alta, La forma natural de la columna es como una “S” leve. Y el cuello debe acompañar esta “S” con armonía y sin esfuerzo.
La mejor forma de descubrir una mala postura es estar atentos a los dolores que sentimos. Puede ser un dolor de espalda, en los hombros, dolor de cuello o hasta en la cadera. El dolor esta ahí para decirnos que algo anda mal y deberíamos prestar atención al menor signo de dolor intentando corregir la postura en esa zona.
Es importante también no quedarse quieto y buscar los movimientos que le hacen bien a la postura de cada uno. La inactividad es el peor enemigo para los huesos y articulaciones. Levantar los brazos, mover la cabeza, pararse y caminar, levantar los pies o mover la cadera. Hay muchos pequeños ejercicios que podemos hacer mientras estamos ocupados en otra cosa y es sorprendente lo que se puede hacer en tan sólo treinta segundos.
Pero la ley de gravedad es imposible de vencer. Inevitablemente nuestro cuerpo esta sometido a ella y tarde o temprano nos afectará, de una u otra manera.
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