si no se detecta a tiempo puede conducir a la osteoporosis
La osteopenia, que literalmente significa "menos hueso", es más frecuente que la osteoporosis, aunque tal vez menos conocida. Según los parámetros de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se considera osteopenia cuando la densidad del hueso es menor a lo normal entre 1 y 2,5 puntos. Cuando la diferencia es mayor a 2,5 se considera osteoporosis, que a largo plazo puede manifestarse en fracturas de distintos huesos.
De acuerdo con las cifras de la OMS, el 0,6 por ciento de la población mundial sufre osteoporosis. Y el 15 por ciento de las mujeres entre 30 y 40 años sufre osteopenia. Aunque la osteopenia puede avanzar hasta la osteoporosis, los médicos aseguran que muchas veces es posible detenerla e incluso reconstituir el hueso debilitado. Por eso, los controles son fundamentales.
En general, las personas forman los huesos hasta cerca de los 30 años. Luego de mantenerse en un nivel máximo, la masa ósea empieza a decaer. En los hombres la pérdida de masa ósea es progresiva, en general a partir de los 50 años.
En las mujeres ocurre esto sobre todo durante la menopausia, por eso se aconseja a todas aquellas que han llegado a esa etapa realizarse una densitometría una vez por año, o cada dos años si el resultado es normal.

La densitometría es un estudio que permite medir el nivel de densidad ósea, ya que en las radiografías es muy difícil que llegue a detectarse la deficiencia en la mineralización del hueso, a menos que se llegue a una osteoporosis avanzada.
Para disminuir el riesgo de padecer estas enfermedades, se recomienda el consumo de calcio durante toda la vida, además de las proteínas, la vitamina D, la vitamina C, la vitamina K y, por supuesto, el ejercicio físico, ya que ayuda a aumentar la masa ósea durante la niñez y la adolescencia y evita la pérdida del hueso durante la adultez.